Las familias españolas destinaron el 27,8% de sus ingresos brutos anuales disponibles a comprar una vivienda en el tercer trimestre de 2012, catorce puntos menos que en los máximos de 2008, cuando los hogares dedicaban el 42% de su renta. Entre los factores que han influido en este cambio de tendencia destaca el abaratamiento de la vivienda, que entre julio y septiembre agudizó su caída al descender un 15,2 %, el mayor retroceso de la serie histórica de esta estadística, que comenzó a elaborar en 2007 el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Desde los niveles previos a la crisis, en pleno "boom" del sector inmobiliario, el porcentaje de la renta anual que las familias dedicaron a la compra de su vivienda se ha reducido casi a la mitad.
De acuerdo con los últimos datos difundidos por el Banco de España, las familias que compraron una vivienda en el tercer trimestre del año dedicaron los ingresos brutos de 5,9 años para pagar una vivienda tipo de unos 90 metros cuadrados construidos (base sobre la que el Banco de España elabora sus cálculos).
De hecho, en plena expansión del sector inmobiliario y de fluidez crediticia, para poder comprar una vivienda las familias empleaban las rentas de más de 7,5 años, lo que representa un descenso de más de 1,5 años con respecto a los valores actuales, o lo que es lo mismo un 20 % menos de tiempo.
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