Dos caras de la crisis.
En las siguientes páginas de NUESTRAS MASCOTAS el lector conocerá dos versiones distintas de los sentimientos por las mascotas en estos momentos de crisis económica.
Por un lado, destaca el alto porcentaje de abandonos imputables a la escasez de recursos económicos de las familias.
Casi un 30 por ciento de los abandonos responden a esa motivación. No mitiga el dolor del abandono el hecho de que muchos de los seres desamparados se dejan en albergues y centros de recogida de asociaciones protectoras.
Pero hay otra versión del momento. La crisis ha hecho nacer y crecer muchos negocios relacionados con el cuidado por nuestras mascotas. Algunas compañías multinacionales han dejado sectores calificados de alta recorrido, como las telecomunicaciones o la electrónica, para crear negocios dedicados a la alimentación, alta cosmética y moda de alto precio para vestir a las mascotas, donde parece que tienen asegurado un mercado y su propia continuidad.
Según la Asociación Pet Products, los estadounidenses gastan más dinero en sus mascotas que en productos como el café o el agua embotellada.
¿Cómo explicar esta aparente contradicción?. Posiblemente es que, junto con las incontestables cifras que muestran los efectos de la crisis, deben actuar otros factores psicológicos o sociológicos que explican esta aparente contradicción.
En hecho esclarecedor: el ascenso del mercado de las mascotas es mayor en aquellas sociedades donde el crecimiento poblacional se ha vuelto lento y donde el número de hijos por mujer desciende.
Angel de Uña
Periodista
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