Enseñanzas para la vida.
Los estudios del comportamiento de los perros y sus mismos dueños descubren continuamente nuevas y felices muestras y matices de la naturaleza de nuestros amigos.
Nuestras mascotas nos sorprenden cada día con continuas manifestaciones de sensibilidad y de amistad, nos regalan emotivas vivencias que recordamos que se convierten en anécdotas memorables.
Algunos psicólogos califican estas vivencias amistosas como una verdadera escuela de vida, ricas en valores morales.
En innumerables ocasiones, las mascotas contribuyen con sus gestos a mejorar la calida de vida del hogar familiar convirtiéndose en una escuela de fortaleza, agradecimiento y altruismo.
Uno de esos psicólogos destacaba la estabilidad emocional que revelan los animales de compañía.
Nuestra mascotas son una permanente muestra de alegría que derraman en el momento que nos ven, aunque haga poco tiempo que han recibido con humildad una reprimenda. Una caricia les hace olvidar cualquier momento de tensión.
Quizás porque nuestra mascota también enseña el altruismo.
Todo lo que hace lo hace sin esperar nada a cambio. Se pone a nuestro lado aunque mostremos un gesto arisco o áspero.
Nuestra mascota parece que se ha convertido en la única depositaria de valores que la sociedad civil ha ido perdiendo y que tienen en la familia el último reducto de existencia. La mascota es un defensor celoso de esos valores en vía de extinción.
Angel de Uña
Periodista
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