
El perro que era considerado altanero y duro, aparece hoy como una auténtica niñera para los pequeños de la casa.
De porte señorial, fiel guardián, de noble comportamiento, de aguda inteligencia, pícaro, el Dobermann ve como está desapareciendo la inmerecida fama que le ha acompañado durante dos siglos como raza considerada agresiva que tuvieron los primeros ejemplares.
Aquel perro, considerado como un dechado de belleza, altanería y dureza, aparece como una raza amiga de los niños, juguetón, simpático, divertido, fiel amigo de sus amos, hoy es una auténtica niñera para los niños.
El Dobermann es un perro de un elevado nivel de equilibrio psíquico. Durante décadas se le consideraba un perro de innegable belleza pero de reacciones imprevisibles e incontrolables, capaz de agredir incluso al propietario. Esta injustificada y demasiado difundida leyenda, ha decaído, igual que ha ocurrido con otras muchas razas.
Los primeros ejemplares, que aparecieron en Europa hace dos siglos, mostraban un talante conflictivo y difícil de dominar pero, con el tiempo, se lograron ejemplares más estables y de dócil comportamiento. Ese comportamiento inicial hizo que los alemanes lo utilizasen en actividades militares ya en la Primera Guerra Mundial, cuando fue empleados por el ejército para servicios como perro sanitario, correo y guardián.
El “Dobermann", hoy
A partir de la Segunda Guerra Mundial cambió totalmente el adiestramiento de esta raza, de forma que ha ido dulcificando y limando alguno de sus comportamientos más agresivos, mientras se han mantenido y mejorado sus mejores cualidades de inteligencia, amistad y alegría en el comportamiento.
Es un perro de fuerte temperamento, pero afectuoso y enormemente fiel. Una cualidad a destacar de él: las diferencias que se presentan entre machos y hembras. Según sus criadores especialistas, “el macho es ardiente, ágil, impetuoso, poderoso, rápido en la ejecución, con temperamento, seguro de sí mismo y fuerte”.
La hembra se caracteriza por ser sensible, afectuosa, fiel, segura, noble, obediente y vigilante. Se presenta hogareña, casera y muy celosa de los suyos”.
Lo que nunca se borrará de su comportamiento racial son sus cualidades de excelente guardián.
Siempre está vigilante y continuamente está pendiente de su dueño para protegerle de cualquier peligro.
La página mascotasyhogar.com recoge la experiencia de la criadora Mariló Cabello Moreno, quien pone especial énfasis en su más destacada cualidad: lo sencillo que es va a ser adiestrarle para conseguir de él que sea un fiel perro de guardia.
Igual que con las demás razas de perros, hay que conseguir reubicar el perro en la camada de un nuevo hogar, fijando el papel que tiene que desempeñar en la manada.
“Una vez que te impongas _dice Mariló Moreno_ tu mascota se mostrará sumisa y afectuosa con toda la familia”.
Esta criadora destaca la fidelidad que tiene a la familia, hasta el punto de que pondría su vida en juego para defender a su dueño.
Los cuidados básicos
Al preguntar a Mariló Moreno sobre los cuidados básicos que hay que tener en cuenta con esta raza responde con estas palabras:
“Han de proporcionarle un hogar confortable, donde esté calentito en invierno y fresco en verano, y resguardado de la lluvia” y añade que es importante que “siendo cachorro, una vez completada su vacunación, se relacione con personas y animales. Cuantos más mejor, pero siempre bajo nuestra vigilancia, para impedir malas experiencias. Sólo podremos obligar a nuestro perro a hacer ejercicio cuando termine de crecer, al año y medio aproximadamente, y poco a poco”.
|