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Nuestras mascotas caninas nos miran todo el tiempo: cada vez que necesitan salir, si quieren comida, si esperan atención o que les tiremos un juguete.
Pero según Scientific American, hay un tipo de mirada que nos puede decir mucho sobre la mente de los perros. Se trata de las miradas largas.
Los científicos han medido ese tiempo tanto en animales, como humanos, para descubrir cómo percibimos ciertas cosas, o cómo interpretamos algunas situaciones de la vida.
Con un reciente estudio de la Universidad de Lincoln y la Universidad de Sao Paulo, un grupo de científicos usó el modelo de prueba del tiempo de mirada para descubrir si los perros son capaces de integrar señales visuales y auditivas de emociones, ya sean positivas, como estar feliz o juguetón, y negativas, como furioso y agresivo.
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Durante el experimento se les mostró a los perros dos imágenes al tiempo, un perro con cara de felicidad, y una con cara agresiva.
Luego se emparejaron las imágenes con sus sonidos correspondientes, y con los sonidos invertidos. Para el 67% de los casos, los perros se quedaron mirando más tiempo a la cara que era congruente con el sonido.
Así que esto nos indica que los perros se quedan mirando algo perciben que una sonido corresponde a una cosa, o a una expresión en particular.
Esta teoría se llama ‘integración transmodal’.
Por ejemplo, en algunos experimentos se ha demostrado que en algunos seres vivos una mirada larga (sostenida) significa sorpresa por alguna violación a situaciones normales de la vida.
Es decir, cosas que no esperábamos que sucedieran.
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